PORNOHAIKUS

Doble NO - 27 de abril de 2008

LOS PORNOHAIKUS ABANDONARON LOS PROSTIBULOS

Ambientación del Japón Conurbano, proyecciones impactantes, buena música, sake y mortadella y más de 200 personas en la gran presentación de PORNOHAIKUS.

Todo comenzó con el ingreso a un escenario que transportaba a los visitantes a un pute del Buenos Aires de los años 30, mezclado violentamente con un sauna japonés del siglo XV. Entre geishas y pétalos de rosas, fuimos testigos de un documental donde los protagonistas contaban la curiosa historia de la publicación. Con buen ritmo y un relato atractivo, el films nos preparaba para escuchar las palabras que Takeshi Kitano dedicaría al material y el video que parecía haber dirigido para la ocasión, una mezcla absolutamente escandalosa de elementos orientales y occidentales: japoneses bailando tup con el tema Ana Julia, del grupo brazilero Los Hermano; un disparate que nos hizo pensar hasta qué punto la cultura no está hecha de "fragmentos transliterados".

Un show pocas veces visto en lo que hace a presentaciones de libros, generalmente solemnes y aburridas. Un formato novedoso, que será dificil de superar, incluso para sus creadores.

La gente, muy cómoda gracias al timing que mostró la organización total de evento, disfrutó del espectáculo, pudo comprar su ejemplar y cerrar la noche brindando con sake de la mejor cepa arrocera.

Entre las actividades, concluida la proyección, Victor Toty Cáceres, el prologuista de esta extraña obra, dirigió unas palabras al auditorio y regaló 2 galeras de impresión y una ilustración de Mario Balbas, que fue sorteada entre los asistentes.

Después de un caluroso día, la noche se dejó tocar gracias a un fresco vientito sur que aflojó un poco los tantos, y los cantos (para seguir con la temática propuesta por el libro). La gente flasheo, aplaudió a rabiar y se divirtió mucho con las interpretaciones de Cacho, un pianista verdaderamente increible .

La Casona Municipal se veía realmente encantadora, y todo su personal trabajó intensamente para que las cosas salieran a la perfección. La gente de el gran FEDERICO, sincronizada como en una operación de espionaje hollywoodense, se encargó de garantizar que todos la pasaran inolvidable, y sin dudas lo lograron.

Cómo se dirá muy seguramente de aquí en adelante: un aporte a la cultura de esta conservadora Córdoba. Por suerte a algunos le sobran las ganas, y el talento.